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martes, 19 de agosto de 2014

El romántico río Rhin Alemania


Vista del Rhin
El río Rhin, en el tramo que atraviesa el estado alemán de Rhineland-Palatinate, ofrece un gran viaje lleno de pueblos pintorescos, casas antiguas, deliciosos vinos y unas increíbles postales de castillos medievales a orillas del Rhin. Si sucede que vas a estar por las cercanías, bien vale la pena que te des una vueltecita en un viaje que puede ser de uno a varios días. Un fín de semana es ideal para disfrutar de lo que este destino nos puede ofrecer. El sitio oficial se accede mediante el siguiente link: http://www.romantic-germany.info/Romantic-Rhine.4110.0.html


La mejor época del año es sin duda el verano, pero por la misma razón está llena de turistas y se puede volver un poco complicado apreciar la belleza de sus parajes. Yo recomiendo más la primavera, entre semana santa y el comienzo del verano. La temperatura es lo suficientemente alta como para permitir estar a gusto en el exterior y no tan alta como para traer a las hordas salvajes de turistas en sus enormes autobuses. El riesgo de lluvia es razonablemente bajo, tal vez más bajo que en verano. Además, en caso de lluvia, el aroma que despiden las zonas boscosas junto al río es espectacular.

Es posible acceder a esta zona del Rhin desde Frankfurt, Colonia o Düsseldorf. Desde la estación central de alguna de estas ciudades toma un tren hacia Koblenz. Consulta este link para obtener más información sobre cómo moverse en Alemania.

Si vienes de Colonia o Düsseldorf, llegarás al Rhin por el norte, si vienes desde Frankfurt llegarás desde el Sur. Si bien, el área del Romantic Rhin comienza al norte de Koblenz, la parte más interesante es desde esta ciudad hacia el sur hasta Rüdesheim. Así que si llegas desde Frankfurt, probablemente sea buena idea bajar en Rüdesheim y comenzar el recorrido hacia el norte. Observa un esquema del Rhin en este link: http://www.romantischer-rhein.de/region/uebersichtskarte/

En Koblenz confluyen dos ríos, el Rhin y el Mosel. En ambos encuentras viñedos, castillos y pueblos mágicos, pero en este artículo me voy a enfocar en el Rhin.  Hay muchas cosas qué hacer y qué ver en esta región.  Lo primero serán los castillos.

El Marksburg en el pueblo de Braubach
La atracción principal son los castillos. Alemania se precia de ser el país con mayor cantidad de castillos, y en esta región es fácil constatarlo. En uno de ellos, el Marksburg, situado en el pueblo de Bacharach, se encuentra asentada la sociedad alemana de castillos. Dicen que es el único que no fue destruido nunca, así que en esencia es el mismo desde el siglo 12, más o menos. Bueno, de hecho todos los castillos y catedrales y demás palacios antiguos tienen varias etapas constructivas, así que hay que observarlos detenidamente para identificar las partes más antiguas y las más nuevas. Una visita a este lugar es muy recomendada. Todos los castillos, pero en especial este, conservan gran parte de sus interiores originales. La cocina, la sala de banquetes y la habitación principal del Marksburg te transportan completamente a la edad media. La entrada del castillo te hará sentir en un capítulo de Game of Thrones.  Acá tienes el link del castillo: http://www.marksburg.de/default.htm


La sala de banquetes en el Marksburg

Vista del Burg Rheinfels

Un tipo diferente de castillo es el Burg Rheinfels, en el pueblo de Sankt Goar. Era el castillo más grande del Rhin, hasta que fue derruido por las tropas napoleónicas. Es una gran ruina, pero entre sus muros se percibe el aroma de un gran pasado. Los túneles de sus fortificaciones permanecen en pie, y forman un laberinto que en ocasiones se torna intimidatorio.

Casa en el centro de Bacharach
Los pueblos, con sus casas antiguas y rodeados de viñedos pueden ser, incluso, alucinantes.  Rüdesheim es el más grande de ellos, el centro del pueblo aglutina varias calles con casas antiguas al más puro estilo alemán. Más al norte, el pueblo de Bacharach ofrece una fantástica avenida principal con su centro rodeado de casas antiguas. Es posible ver cómo las casas están chuecas, como un anciano encorvado que a pesar de los años se mantiene en pie. Es un pueblo más pequeño que Rüdesheim, pero tiene la ventaja de ser visitado por menos turistas. En realidad todo el Rhin está lleno de este tipo de pueblos: Braubach, Boppard, Sankt Goar; ninguno de ellos decepcionará al visitante en busca de un ambiente antiguo.
Taberna en Braubach

En este punto tal vez valga la pena hacer la aclaración de que vale la pena moverse a lo largo del río para visitar vario pueblos y descubrir lo que cada uno ofrece. Si bien, hay pueblos muy visitados por turistas como los ya mencionados, por su especial densidad de casas antiguas, existen muchos otros pueblos que sin tener este atractivo también son dignos de descubrir. El ambiente en ellos es más acogedor, entrar en una taberna para beber una cerveza u hospedarse en algún hotel en estos lugares nos hará descubrir a la gente que vive en las riveras del Rhin. Los hoteles son propiedad de familias del lugar y operados por ellos mismos; es casi como alojarse en sus propias casas. Los alemanes tienen la fama de ser fríos, pero esta gente, sin proponérselo, borrará de la mente este preconcepto.



Muy recomendado ir a un pueblo que no sea tan turístico y entrar a tomar una cerveza en una de sus tabernas. O incluso mejor, un vino blanco de uva Riesling elaborado en la zona. El Rhin es famoso también por su actividad vitivinícola, y en todos los pueblos todo gira en torno al vino. Existen varios viñedos que venden sus propios vinos para tomar en sus hermosos jardines. Por las tardes los pobladores se reúnen en estos lugares para tomar un par de copas tras la jornada diaria. Se puede acompañar el vino con las famosas salchichas alemanas, quesos, o alguna otra especialidad tradicional del pueblo; todo queda al gusto del visitante.

Viñedo en Bacharach
Para moverse a lo largo del río hay, principalmente, tres formas. Es posible alquilar un auto en Koblenz o manejar desde Frankfurt, Colonia o cualquier otra ciudad. A ambos lados del río existe carretera, y atraves de ella se mueve mucha gente visitando el Rhin; se pueden ver autos descapotables, deportivos o grupos de amigos en motocicleta.

Estación central de Koblenz
La segunda es hacerlo por tren. Existen vías férreas a ambos lados del río, así que te puedes mover por el lado que elijas. Casi todos los pueblos tienen su estación de tren. La desventaja es que puede suceder que estés mucho tiempo esperando trenes, sobre todo en pueblos pequeños donde no paran todos, así que es aconsejable que planees un poco tus desplazamientos usando la página de Deutsche Bahn. El link aquí: www.bahn.de
En bici y acampando a orillas del Rhin
La tercer alternativa es mi favorita: hacerlo en bicicleta. Salvo en algunos pequeños tramos, existe carril para bicicletas a ambos lados del río. Es posible llevar las bicis en los trenes; únicamente hay que fijarse en cuál es el vagón destinado para las bicicletas, sillas de ruedas y carriolas. A veces estos vagones se llenan. Puedes alcanzar Koblenz o Rüdesheim en tren con tu bici y comenzar a pedalear desde allí. Recomiendo pedalear de Rüdesheim a Koblenz, porque es la dirección rio abajo, pero en dirección contraria casi no se nota la diferencia. También es posible alquilar una bicicleta en Koblenz, pero como siempre llevo la mía, pues no lo he hecho. Pero acá hay información: http://www.fahrradverleih-koblenz.de/lang_en/index.html

Cambiar de lado puede ser un poco complicado; hay que identificar bien las zonas en las que existe algún puente o un ferry. De acuerdo a mi experiencia, existen puentes en Koblenz, por supuesto, y en Lahnstein. Puedes tomar un ferry en Lorch – Niederheimbach y en Bingen – Rüdesheim. Puedes ver otros ferrys marcados en google maps. En los ferrys puedes subir tu auto o tu bici. En algunos ferrys no cobran nada a las bicis y a las personas a pie.
Trailer park en Braubach
Existe una gran oferta de hoteles en esta zona. Es posible incluso encontrar hoteles en los pueblos menos turísticos. Aún que siempre es bueno tener una reservación, es posible hallar habitaciones estando en el lugar. Bueno, si no es verano; en verano sigue siendo posible, pero un poco más arriesgado. Y si no encuentras una habitación en un hotel, o simplemente te gusta estar en contacto con la naturaleza, pues puedes optar por poner tu tienda de campaña en un tráiler park. Existen varios a lo largo del Rhin. La primera vez que fui vi muchos, y la segunda, en la misma temporada, no vi tantos. Al principio tenía la impresión de que no era muy importante elegir uno con anticipación, pues a cada momento surgía un campo con un montón de casas rodantes, pero esta última vez vi pocos. Así que te diré que seguro encuentras uno en Braubach, y otro en Bacharach. Estos dos son una buena opción, pues en un viaje de tres días puedes pasar la noche en ellos ya que están a una buena distancia uno del otro. Además los pueblos donde se sitúan ofrecen muchas cosas que ver. Estos lugares son muy limpios, seguros y tienen baños con regaderas con agua caliente. Tienen también restaurante, así que es como quedarse en un hotel, pero con una vista privilegiada al Rhin.

Por ahora, como introducción, creo que ya he plasmado una buena imagen de lo que puedes encontrar en este destino, como acceder a él y como moverte. En realidad, la visita al Rhin es muy sencilla y relajada. No es posible perderse, pues solo hay dos direcciones en las cuales ir, y es un sitio muy seguro en el que lo único que hay que preocuparse es en la mejor manera de aprovechar el tiempo, o de relajarse y disfrutar de las vistas.

Si tienen la oportunidad, lárguense para allá.



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