Esta entrada quiero dedicarla a
un tema que viene dándome vueltas en la cabeza. Sé perfectamente que es un
shock enorme cuando uno visita por primera vez el viejo continente, todo parece
un sueño, la luz es distinta, sus sabores nos encantan y todo eso que hemos
visto por la tele por fin podemos tocarlo, disfrutarlo y llenarlo de nuevos
recuerdos. Pero apenas baja uno del avión, se encuentra con situaciones que no
esperaba, por ejemplo, que los precios de todo son impagables con nuestros
ahorros de la vida, que el transporte es de los más caros del mundo, o que la
espontaneidad a veces no juega buenas pasadas al bolsillo. Por eso aquí les van
algunos consejos para sobrevivir en estas condiciones y no morir (de hambre) en
el intento:
1: Trata de comprar los alimentos
en el supermercado y cocinarlos tú mismo. Cuando salgas a visitar los sitios,
siempre lleva tu propia comida en contenedores o prepara sándwiches y mételos en la mochila, no olvides cargar
también una botella con agua. Claro que uno también va a degustar la
gastronomía local, pero hay que escoger desde antes los días para comer en un
restaurante.
2: Esto es algo que personalmente
no sabía. En algunos de nuestros países sólo se toma agua embotellada, pero
aquí no hay problema de tomarla directo del grifo, generalmente es de buena
calidad y no ocasiona problemas en la panza, porque con lo que cuesta una
botella de 500ml es para asustar a cualquiera.
3: ¡Planea! La planeación es una
cultura muy difundida en toda Europa, sobre todo central y del norte. Todo está
perfectamente estructurado como veras:
- Comprar boletos de avión, tren o autobús, siempre es más barato tres meses antes de viajar. Antes o después son más del doble de caros.
- Reservar hoteles también debe hacerse con una media de dos a tres meses antes, es más fácil en internet, en el sitio web que más te acomode. Si el hotel tiene página web propia puedes hacerlo desde ahí, no te cobrarán las comisiones de los buscadores de hoteles (también aplica para los transportes)
4: En cuanto a la comida. Está
bastante difundida la tendencia vegetariana y bio. La carne y los embutidos son bastante caros, así que
te recomiendo probar nuevas opciones, comiendo más verduras y menos productos
animales. Lo más barato para cocinar: arroz, papas, pasta. Prueba todas las
variaciones posibles para no aburrirte y si estás en un lugar por más tiempo
compra verduras congeladas.
5: No te pierdas la diversión por
ajustarte un presupuesto corto. Busca en
publicaciones locales o en internet la agenda de actividades culturales, museos
y atracciones gratuitos, haz tu agenda y diviértete sin gastar mucho.
6: No trates de ver todo en un
día. A veces queremos ir a todos los puntos de interés corriendo y generalmente
no disfrutamos lo que visitamos. Hacer una pausa, elegir muy bien lo que de
verdad nos llama la atención desde antes y darnos el permiso de gozar a fondo,
es más económico y crea mejores recuerdos.
7: No compres tantos souvenirs. Créeme,
queremos llevarle a todos los amigos y familiares algo, pero nunca alcanza para
todos y el dinero se nos va en cosas que muchas veces no son apreciadas. Envía
postales, recolecta alguna piedrita, graba un video, manda una foto bonita y
disfruta sin preocuparte de más.
8: Compra los abonos de
transporte semanales o mensuales. Definitivamente es más mejor que los billetes
sencillos y podrás viajar mucho más. Es caro, pero nuevamente, planea los
lugares a los que iras, elabora tu ruta de transportación y haz cuentas.
9: Consigue cuanto antes una
bicicleta y lleva buenos zapatos para caminar. Te ahorras un montón y haces
ejercicio.
10: Si vas a estar mucho tiempo
invierte en ropa adecuada para el clima. Una buena chamarra, guantes y gorros
valen la pena, sobre todo en otoño e invierno.
Pues ya está, creo que tengo
muchos consejos más, pero los dejaré para la siguiente publicación. Espero que
te sirvan y no olvides comentar algunos para otros viajeros. Ahora sí, agarra
la maleta y grítale al mundo ¡me largo de aquí¡
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